quarta-feira, 10 de janeiro de 2018

Ecoteologia y mineria

En este diálogo, el teólogo brasileño Afonso Murad, revela la conexión de la minería con la teología y cómo, a partir de los desafíos concretos de la minería, podemos hacer lectura de la fe cristiana. Esa es la cuestión central de la Ecoteología. La entrevista la realizó el misionero comboniano Dário Bossi, de la Red Iglesias y Minería:

Seguramente muchos se preguntarán ¿qué conexión puede existir entre la Teología y la Minería?, y también ¿de qué manera la Ecoteología puede ser útil a las comunidades que resisten y a las iglesias que se oponen al impacto de la minería?
La minería es un sector dentro de la cadena productiva de economía del mercado, donde la gente percibe un mayor impacto directo sobre el ambiente. La destrucción de las fuentes de agua, la destrucción de los bosques, un impacto sobre el agua y toda la biodiversidad, entonces, claro que eso tiene que ver muy de cerca con la teología.
Segundo, percibimos como la minería es un fenómeno de destrucción, aniquilamiento de las comunidades que están en sus territorios que ahora son ocupados por las empresas mineras. Entonces, son grandes exigencias para los cristianos en defensa de los pobres, de las comunidades tradicionales: quilombolas, indígenas, comunidades ribereñas. Esto nos toca de cerca, de alguna manera nos convoca a estar al lado y junto a los débiles. En ese sentido, diría que la minería da muchas cosas a la teología porque trae elementos nuevos, fuertes y nosotros aquí estamos, queriendo hacer ese largo camino de lectura de la fe cristiana a partir de esos desafíos específicos que nos plantea la actividad minera.

¿Cómo define usted a la Ecoteología?
La teología es una reflexión crítica, sistemática, elaborada sobre la fe cristiana o sobre cualquier tema significativo, a luz de la fe cristiana. Desde ese punto de partida, la Ecoteología es una teología que se hace en el horizonte de la ecología -no es que ella trata solo de ecología-, Sino que lo hace desde la convicción que nosotros, seres humanos, formamos parte de la Casa Común, del planeta tierra. Esta Casa Común que la habitamos con otros seres abióticos como el agua, el aire, la energía, el sol, y todos los otros seres vivos desde las plantitas hasta los grandes árboles, desde los insectos hasta los mamíferos. Nosotros somos parte de esa tierra, de esa Casa Común. Por lo tanto, nosotros somos responsables para que ella continúe habitable, esa es la gran realidad que nos impulsa a hacer una Ecoteología. O sea, cómo comprender la llamada doctrina cristiana, la Revelación, cómo vivir la fe cristiana dentro de ese horizonte. Y, también, Cómo contribuir para tornar nuestro planeta más habitable y más guiado principalmente por los más pobres.

¿Qué espera usted de la Red Iglesias y Minería, en un contexto en que las empresas se están acercando también a las iglesias y, por otro lado, las comunidades están pidiendo apoyo? En un futuro, cuáles son los pasos que la red puede realizar
Una primera cosa para mí como teólogo, participar de la red es un aprendizaje constante. Yo nací en una región donde oía como pasaba el tren llevando mineral de hierro todos los días. Pero, yo nunca me di cuenta de lo que éso significaba para el medio ambiente, y para las poblaciones afectadas.
Sucede qué la minería es una dimensión invisible de la explotación. Quienes vivimos en las ciudades desconocemos los problemas que genera la minería; la minería de hierro, de oro, de los metales radioactivos, eso nos toca muy poco. Nosotros consumimos materiales relacionados a los metales y no sabemos de dónde vienen ni qué impactos causan. Entonces, yo pienso que el tema de la minería es muy importante para la Ecoteología y para las Iglesias.
En referencia a la importancia de las redes: Trabajar en red es fundamental, exactamente porque nosotros somos débiles. El poder económico de las grandes mineras que hacen una alianza perversa con el poder político, nos convoca a juntarnos. Y ahí pienso también que la Red Iglesias y Minería, efectivamente tiene que ser más ecuménica, de “iglesias”. Reunir, por ejemplo, a las pequeñas iglesias evangélicas, que son minoría, pero que están comprometidas con la cuestión social para así tener más fuerza. Ese tipo de red son efectivas porque divulgan información, muestran las luchas exitosas, ayudan a madurar la metodología y a responder esa pregunta vital que es: ¿cuáles son las estrategias exitosas de nuestros aliados -y de nosotros también- y cuáles son las estrategias que nuestros opositores utilizan. Si no trabajamos en red, muy poco podemos avanzar.


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